Una sonrisa se reconoce a metros de distancia. Podemos no saber quién se acerca pero sí que está sonriendo. Es la más potente conexión entre personas y es absolutamente contagiosa. Y aporta numerosos beneficios para la salud.
Los bebés sonríen unas 300 veces al día, mientras que los adultos españoles lo hacen entre 20 y 30 veces. Además, las mujeres sonríen más que los hombres, según diferentes estudios y encuestas.
Para sonreír, eso sí, necesitas una sonrisa sana. Si todavía sientes algún reparo o vergüenza al mostrarla, es hora de solucionarlo. Te ayudamos a cambiarla para que puedas expresar tu alegría sin impedimentos.
Está demostrado que la sonrisa aporta numerosos beneficios para la salud. Cuando estamos felices el cerebro manda una señal a los músculos para sonreir y además se liberan sustancias positivas para el cuerpo como las endorfinas.
El efecto se produce incluso si no estamos contentos, porque ‘engañamos’ al cerebro. Sonreír ayuda a crear una sensación de bienestar, mejora nuestro estado de ánimo, ayuda a reducir el estrés y la ansiedad y fortalece el sistema inmunitario. Y al sentirnos mejor sonreiremos a su vez más… Se genera un círculo virtuoso. ¿CómO?
1.- Libera endorfinas y serotoninas, analgésicos naturales que también se producen con el ejercicio. Estas contribuyen a aumentar la sensación de bienestar, e incluso reducen el dolor.
2.- Ayuda a reducir el nivel de cortisol, una hormona causante del estrés
3.- Contribuye a disminuir la presión arterial, con lo que también protege el corazón y nuestro cerebro.
Pero además, la sonrisa nos permite conectar con otros en segundos. Se asocia con la alegría y genera sensaciones positivas. Con una sonrisa siempre parecemos más atractivos y accesibles. Es esencial para las relaciones sociales y profesionales porque creamos una corriente de predisposición a entenderse.
4.- Es contagiosa. Se activan las llamadas neuronas espejo. Cuando vemos sonreír a alguien, incluso en una situación de tensión, es muy probable que también sonriamos. Como los demás también se sienten bien, esto a su vez sigue beneficiando la conversación.
5.- Rejuvenece. Hay estudios que señalan que por encima de los 40 años la sonrisa nos hace parecer más jóvenes
6.- Mejora la confianza en uno mismo. Como afrontamos mejor cualquier situación y nos sentimos mejor acogidos, se refuerza la autoestima.
7.- Contribuye al éxito profesional. Ayuda ante situaciones de estrés, dado que contribuye a que la afrontemos de forma más positiva. Y también fomenta el entendimiento. Es muy complicado fruncir el ceño ante una persona que te sonríe. Se dice que es el lenguaje de las personas inteligentes.
8.- Se asocia al carisma y aumenta la credibilidad
9.- Nos hace más atractivos. Favorece el que se nos perciba con más encanto.
10.- Mejora las relaciones personales. Es una gran carta de presentación que te facilitará comenzar a relacionarte cuando conozcas a personas. Te muestra como alguien agradable y abierto a la conversación.
Para tener una sonrisa sana es necesario contar con una buena higiene bucodental, que comienza por lavarnos los dientes tres veces al día.
Cepillarse correctamente para no dejarse ningún rincón de los dientes requiere una técnica específica. Es muy sencilla y mejorarás tu limpieza dental.
También debemos acudir al dentista regularmente, al menos dos veces al año, para revisar nuestra boca. Y pedir una cita si comenzamos a sentir alguna molestia en dientes o encías.
Si además quieres mejorar el aspecto de tu sonrisa, existen diversos tratamientos en función de la situación de tu boca. Desde el blanqueamiento dental a la ortodoncia.
Tu sonrisa es la mejor de tus bienvenidas. Además, es un acto físicamente bastante fácil: sólo son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreir. ¡No dejes de hacerlo!