Todo el mundo se ha preguntado alguna vez si decidirse por un cepillo manual o eléctrico conseguirá mejorar su higiene bucodental. Quizás, no depende de cual de ellos es mejor, si no en el momento en el que te encuentres. Te contamos las ventajas y desventajas de ambas herramientas para que decidas cual es el que mejor se adapta a tus necesidades.
Algunos expertos indican que la principal ventaja de este tipo de aparatos es que son capaces de reducir más la placa bacteriana, que es la responsable de la producción de caries y gingivitis.
Además, al utilizar este tipo de cepillos reducirás el riesgo de abrasión ya que el mecanismo de control de presión que poseen hace que sea más complicado erosionar el diente.
Pero no todo son ventajas, sobre todo los modelos antiguos pueden resultar agresivos con tus encías. Si las tienes sensibles puede que tengas sangrados. Asimismo, no hay que olvidar que dependen de la batería y si en algún momento está baja tienes que dejarlo cargando durante horas sin interrumpirlo puesto que el dispositivo puede dañarse.
El principal problema que surge a la hora de usar un cepillo manual es que si ejerces mucha presión a la hora del cepillado puedes estropear el esmalte de tus dientes. Aun así, hay ocasiones en las que se puede convertir en tu mejor aliado.
Es aconsejable usarlo después de una cirugía sobre todo si hay heridas o puntos de sutura. De este modo, eres tú el que controla la presión y la velocidad y puedes hacerlo con mayor delicadeza.
Por otro lado, si llevas brakets es mejor que utilices un cepillo manual porque es más difícil que limpies tus dientes sin saltar un alambre o pieza de la ortodoncia.
Puedes decidirte por cualquiera de ellos aunque si tienes alguna duda o quieres hacerte una limpieza más profunda y profesional no dudes en acudir a Dental Project.