No poder lucir una sonrisa bonita es uno de los factores que más inseguridades pueden generar en las personas. Los dientes torcidos o mal colocados crean desconfianza tanto en el ámbito personal como profesional. Pero por suerte existen distintas técnicas de ortodoncia que corrigen este problema.

Hay personas que cuentan con una dentadura perfecta sin necesidad de recurrir a la ortodoncia. Pero este no es el caso más común, los dientes torcidos pueden venir dados por distintos factores:

• Genética
• Chuparse el dedo de pequeño
• Respirar con la boca abierta
• Pérdida prematura de los dientes de leche
• Enfermedades de las encías
• Dieta de alimentos blandos (esto disminuye el tamaño de los huesos que sujetan los dientes)

Brackets convencionales

La opción más común, sobre todo entre los niños que necesitan corregir su dentadura, aunque también puede utilizarse en pacientes adultos. Dentro de los brackets convencionales podemos distinguir 3 tipos:

• Brackets metálicos: son de acero inoxidable, lo que hace que sean prácticamente imposible que se deterioren. En la actualidad es la opción más económica, aunque es la menos estética y la que más tiempo de tratamiento requiere.
• Brackets de cerámica: se trata de piezas de cerámica más pesadas por lo que ejercen más presión sobre los dientes. Además, destacan por producir menos irritación y llagas en las encías. Al ser invisibles, es una opción más atractiva para los adultos.
• Brackets de zafiro: comparte características con los brackets de cerámica, aunque el zafiro no amarillea ni se mancha, por lo que durante todo el tratamiento la ortodoncia lucirá como el primer día. 

Brackets autoligados de ortodoncia

Otra opción son los brackets autoligados, la gran diferencia que presentan frente a los brackets tradiciones es el sistema de sujeción del arco.

Este tipo de ortodoncia se diseña para cada paciente de manera individual, ya que las prescripciones cambian para los distintos dientes. Por otra parte, los diseños de las bases de los brackets autoligados de ortodoncia, incluyen una adaptación para las distintas configuraciones anatómicas.

Las ventajas de este tipo de brackets es que son discretos, cómodos y más fáciles de mantener limpios. Además, con este sistema se reduce el número de visitas a la clínica.

Ortodoncia lingual

Este tipo de ortodoncia utiliza los brackets metálicos de toda la vida, la única diferencia es que se colocan en la cara interna de los dientes. Con este sistema se reduce el riesgo de descalcificación en la superficie frontal de los dientes.

También se gana en estética, ya que se ven algo menos que los brackets convencionales, por lo que esta técnica está enfocada para pacientes adultos, aunque si se utiliza en niños, al ir por la parte interna del diente, no se dañan los labios en caso de recibir un golpe.

Invisaling

Como alternativa a la ortodoncia tradicional está Invisaling, un aparato fabricado a medida casi invisible que mediante alineadores que se van cambiando a lo largo del proceso modifica la posición de los dientes de manera gradual.

Invisaling sirve para casi todos los casos, dientes torcidos, apiñados o separados. Además, al ser transparente no afecta a la vida cotidiana del paciente. Si dudas porque tipo de ortodoncia decantarte, la mejor opción siempre es acudir a tu dentista. Él estudiará tu caso y te aconsejará el mejor sistema en función de la situación de tus dientes y evitando que interfiera mucho en tu vida cotidiana.