El cepillo de dientes se ha convertido en uno de los imprescindibles de nuestro día a día. Este utensilio pequeño y cotidiano fue seleccionado en 2003 como uno de los grandes inventos de la humanidad.
Cómo lavarse los dientes es algo que ha unido a la humanidad desde hace más de 5.000 años. A lo largo de la historia podemos encontrar distintas técnicas y utensilios que podríamos asemejar al cepillado y al cepillo de dientes, pero su evolución se puede enmarcar en 4 grandes momentos.
En el año 3500 a.C. las civilizaciones de Egipto y Babilona ya usaban un utensilio muy similar al Miswak o Siwak, la alternativa tradicional y natural al cepillo de dientes europeo que a día de hoy se sigue utilizando en algunos países asiáticos.
Se utiliza mordiendo el extremo de una rama de Salvadora Persica, hasta deshilacharla. La savia de este árbol contiene propiedades curativas y antisépticas.
La Asociación Dental Americana sitúa la invención del cepillo de dientes en la China de 1400 a.C, ya que fue un emperador chino quien incrustó cerdas de pelo de cerdo en un extremo de hueso o bambú.
Los mercaderes occidentales trajeron este producto a Europa, pero no llegó a prosperar. Aunque algunas personas de las altas clases sí incorporaron este utensilio a su rutina, con el único cambio de las cerdas, que pasaron de ser de cerdo a caballo ya que eran mucho más suaves.
En aquel momento en Europa se tenía la costumbre heredada de la época romana de lavarse los dientes y encías con un trapo. Pese a la llegada del cepillo de dientes, esta costumbre se mantuvo hasta el siglo XIX.
Aunque la invención del cepillo de dientes se sitúa en el Imperio Chino, en Europa se le atribuye este mérito a William Addis.
Addis fue encarcelado y ante el estado de los trapos que se les proporcionaba a los presos para su higiene decidió buscar otra solución. Rellenó un extremo de un hueso de pollo que había robado con cerdas para empezar a cepillarse los dientes.
Una vez fuera de la cárcel decidió comercializar su invento y su legado continua hasta la actualidad con la famosa firma de cepillos de dientes Wisdom Toothbrushes.
Desde el primer invento de Addis, el diseño del cepillo de dientes fue evolucionando a lo largo del siglo XX.
En 1844 el Dr. Meyes Rhein patenta un cepillo de dientes de tres filas con grandes mechones de cerdas dentadas.
En 1938 la compañía DuPont comercializa el primer cepillo con cerdas de nylon reemplazando el pelo de animal.
En 1939 se crea en Suiza la primera versión del cepillo eléctrico. Pero este prototipo no tendrá éxito hasta la versión de Broxo Electric Toothbrush en 1960.
En la actualidad se pueden encontrar múltiples modelos de cepillos de dientes, en función de las distintas necesidades de los pacientes. Si dudas a la hora de elegir, la mejor solución es acudir a tu dentista que te aconsejará según tus características.