La lengua es, sin lugar a dudas, la gran olvidada durante el cepillado bucal. Eso lo sabemos. Lo que no sabíais -hasta ahora- es que este hecho puede derivar en lesiones, que van desde los daños mecánicos o químicos, hasta las infecciones bacterianas o los trastornos inmunitarios.
Aunque en un principio no lo creamos, la lengua es un órgano muscular. Y uno de los más fuertes de nuestro cuerpo. Pero debido a su ubicación dentro de la boca, está mucho más expuesta a cualquier lesión. ¿Quién de nosotros no se ha mordido alguna vez la lengua comiendo o hablando? ¡Y como duele! Esto se debe a la cantidad de terminaciones nerviosas para el dolor y el tacto con las que contamos en la lengua; por eso, es más sensible que otras partes del cuerpo a estos gestos.
Parece que es fácil identificar cuando la lengua está dañada. Justo como decíamos, si nos hemos mordido, si se ha enganchado con nuestra ortodoncia, si nos hemos quemado con alguna comida. Estas lesiones de daños mecánicos, térmicos o químicos desaparecen solas, antes de 14 días.
El truco está en saber identificar otros signos que nos den pistas de otros males. Por ejemplo, el color. Cuando la lengua está sana, debe estar color rosa. Si hay alguna mancha blanca, es momento de tener una revisión lingual/bucal. Aquí algunas de las lesiones más frecuentes:
Si tienes alguna molestia en la lengua y has observado alguna de estas señales…¡no lo dejes más tiempo! En Dental Project estaremos encantados de tratar tu caso.