Las temidas muelas del juicio, son uno de los mayores miedos a la hora de ir al dentista y uno de los temas que más dudas sugieren entre los pacientes.
Las muelas del juicio o cordales son los terceros molares. Se trata de cuatro muelas, una por cada cuadrante bucal, situadas al fondo de la boca. Suelen salir alrededor de los 20 años, aunque en algunos pacientes pueden salir antes, después o incluso no llegar a salir nunca. Al igual que dependiendo de la persona saldrán una, dos, tres o las cuatro muelas.
Como curiosidad su nombre viene dado porque en el momento en el que salen, la persona ya tiene un “juicio” más desarrollado.
Uno de los principales problemas de las muelas del juicio es que al erupcionar más tarde que los demás dientes, es habitual que afecten a otros dientes moviéndolos o torciéndolos, ya que apenas disponen de espacio en la boca para colocarse. Además, su situación al fondo de la boca complica su limpieza lo que puede favorecer la aparición y proliferación de bacterias e infecciones que terminen ocasionando caries y episodios de dolor.
¿Cuándo es necesario extraerlas?
Es necesario la extracción de las muelas del juicio en tres ocasiones: siempre que su erupción provoque una infección. En caso de que nazca torcida y esto pueda llegar a causar caries y necrosis en la pulpa de las piezas más cercanas. O si para crear espacio para poder salir modifica la posición de los otros dientes.
¿Cómo es la intervención para extraerlas?
El dentista será el encargado de determinar si es necesaria la extracción de las piezas tras realizar un estudio de cada caso.
Este primer paso es el más sencillo e indoloro para el paciente. Tan solo será necesario realizar una radiografía panorámica que mostrará al dentista el estado de las muelas del juicio, su situación y los pasos a seguir.
La intervención la lleva a cabo un cirujano y se realiza con anestesia local. En ocasiones se puede utilizar sedación dependiendo de la situación de la pieza o si por su historial el paciente así lo requiere. Durante el proceso el cirujano amplía el alvéolo (zona en la que se encuentra la muela) y procede a mover la muela hasta poder extraerla por completo.
En caso de que la muela sea difícil de extraer será necesario realizar una incisión en la encía. Una vez retirada la muela se realiza una sutura bien con puntos reabsorbibles que son muy cómodos para el paciente ya que se caen solos, o puntos convencionales que será necesario retirar en consulta de 7 a 10 días después de la operación.
Cuidados post-operatorio
El cirujano dictará las pautas que cada paciente deba seguir tras la operación dependiendo de cada caso, aunque en la mayoría de las situaciones suelen prescribir analgésicos, antiinflamatorio o incluso antibióticos.
Durante las primeras 24 horas el paciente puede sentir molestias y se recomienda realizar enjuagues bucales con agua y sal para prevenir infecciones y facilitar la cicatrización de la herida los primeros días.
Además, se debe extremar la limpieza para evitar que los puntos se infecten y evitar realizar ejercicio físico intenso, fumar o beber líquidos muy calientes.