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La ortodoncia en adultos es cada vez más demandada. Antes se asociaba únicamente a niños y adolescentes. Pero esto ya no es así. En la consulta nos preguntan ¿no es tarde para ponerme ortodoncia? La respuesta es rotundamente no. Hoy en día no existe límite de edad para someterse a un tratamiento de ortodoncia. Con ella se restaura el equilibrio en la boca y se mejora en funcionalidad, salud y estética.
En la actualidad personas de 40, 50 y más de 65 años se someten a ortodoncia para colocar sus piezas dentales en la posición correcta. De hecho, uno de cada tres pacientes de ortodoncia es un adulto.
La mayor concienciación sobre nuestra salud bucodental y el avance tecnológico, con la aparición de sistemas prácticamente invisibles y que permiten seguir con el ritmo de vida normal, han derribado prejuicios y extendido su uso.
Si bien para la ortodoncia en adultos no existe un límite de edad, sí hay una condición para poder llevarla a cabo: que dientes, encías y tejidos estén sanos y fortalecidos.
En el caso de que exista alguna una caries, esta deberá tratarse antes de comenzar el proceso. Y en el caso de una gingivitis o periodontitis, deben estar controladas. ¿Por qué? Porque los tejidos deben poder soportar la fuerza que se ejercerá sobre ellos progresivamente para mover las piezas dentales y colocarlas en su lugar correcto.
Eso sí, la ortodoncia en adultos tiene que tener en cuenta los tratamientos conservadores (coronas, endodoncias, carillas) realizados previamente, o la pérdida de piezas que se hayan producido con los años.
En el caso de que exista un implante hay que tener en cuenta que este no se puede mover, ya que el tornillo se inserta directamente sobre el hueso. Por eso es necesario realizar un estudio pormenorizado para establecer cómo actuar sobre el resto de los dientes.
Nunca se es demasiado mayor para mejorar tu sonrisa. Los beneficios de la ortodoncia en adultos son muchos, junto al más evidente, el estético. Tener los dientes correctamente alineados recupera la funcionalidad de tu boca y mejora la salud bucodental y el bienestar del paciente.
Por tanto, la ortodoncia en adultos merece la pena, sin duda.
Nuestra sonrisa es una carta de presentación social y en los negocios. Por eso el principal hándicap a la hora de someterse a ortodoncia era el estético ante la visibilidad de los brackets de metal. El desarrollo de brackets muy discretos y la aparición de la llamada ‘ortodoncia invisible’ han sido la solución.
Existen dos grandes tipos de ortodoncia entre la que elegir, fija con brackets y removible con alineadores transparentes:
Una vez corregida la posición de los dientes mediante la ortodoncia es necesario tomar medidas para que nuestra sonrisa permanezca intacta. Para ello hay que:
Y sobre todo… ¡Disfrutar de tu sonrisa!