Uno de los problemas bucales más comunes que se pueden dar en niños es el paladar ojival o paladar estrecho. Suele darse en niños que han utilizado chupete demasiado tiempo o que tienen la costumbre de succionar el dedo.
La manifestación más común es la respiración anormal por parte del niño, esto puede ir acompañado de otras señales como:
El paladar estrecho o paladar ojival es una alteración estructural del paladar en el cual se hay una elevación en la parte central o un arqueamiento fuertemente pronunciado, caracterizado por tener la forma de bóveda en vez de tener una forma redondeada como sucede normalmente.
Está caracterizado por un desarrollo incorrecto de los huesos en la etapa de crecimiento, esto tiende a ser mucho más estrecho de lo normal y mucho más abovedado en la región central del paladar. Lo que supone una serie de problemas que deben corregirse:
Tratamiento del paladar estrecho
Se trata de un problema sencillo de corregir y su tratamiento evita problemas mayores. Es importante hacerlo en la infancia, entre los 5 y 7 años, ya que durante la fase de crecimiento es más fácil ensanchar el paladar por medios mecánicos, con la colocación de un aparato disyuntor o extensor palatino.
Éste se ancla a los molares posteriores y en el centro tiene una pieza que permite realizar una fuerza de empuje hacia ambos lados del maxilar superior de modo que el hueso que conforma el paladar se ensancha de forma progresiva. Este aparato de ortodoncia es fijo y debe llevarse entre siete meses y un año, dependiendo del grado de estrechamiento del paladar. En las primeras semanas puede causar algún tipo de molestia, además de cambios en el habla y dificultades para realizar la masticación y la deglución de los alimentos.
Una vez haya concluido el tratamiento, la medida del maxilar estará restablecida y podrá crecer con normalidad y desarrollarse sin problema. Además, esto supondrá una mejora en la respiración nasal y al respirar y tragar.
Si este problema no se corrige durante la infancia, una vez llegada a la edad adulta su solución será más complicada, ya que el hueso que configura el paladar ya está totalmente desarrollado. En estos casos, la corrección deberá hacerse con un tratamiento en el que se combinará la ortodoncia con la cirugía maxilar.
Si tu hijo ha utilizado chupete durante mucho tiempo o succionaba el dedo siendo bebé caso la mejor opción es acudir al dentista lo antes posible para empezar con el tratamiento y corregirlo.