Sabemos que cepillarse los dientes es muy importante, pero muchas veces dejamos de lado una parte fundamental de la boca, la lengua. Esta es la encargada de darnos el gusto para poder saborear la comida y es la que nos permite comunicarnos día a día. Muchas de las bacterias acumuladas en la boca se depositan en la lengua desde donde posteriormente pasarán a los dientes.
No cepillarse la lengua puede contribuir a la aparición de caries y otras enfermedades como la gingivitis, que provoca una ligera inflamación y sangrado de encías o sin ir más lejos, las molestas aftas, pueden aparecer en la lengua, boca, carrillos, paladar o incluso encías. Éstas aparecen como un pequeño bulto redondo de color amarillento rodeado de un halo rojo, son causantes de dolor y molestias al comer.
Se recomienda cepillar la lengua desde el extremo interior hacia fuera, intentando empezar desde lo más hondo posible, tratando de no sufrir arcadas, aunque estas disminuirán a medida que realices este cepillado de forma habitual. Hay cepillos de dientes que incorporan un limpiador lingual en su parte posterior. También existen los limpiadores de lengua que tienen una forma específica para poder eliminar la placa bacteriana y restos de alimentos.
Entre los beneficios de incorporar este cepillado a tu rutina están la mejora del sentido del gusto, eliminar el mal aliento, que ataca tanto a adultos como a niños. Habitualmente aparece al despertar, por gran cantidad de horas sin hidratar la boca o por comer alimentos fuertes como el ajo, cebolla, o el café y tabaco (que no sólo son contraproducente para la halitosis).
Tras el cepillado de dientes de al menos dos minutos, y una limpieza exhaustiva de la lengua hasta que recupere su color rosado, es importante aclarar con abundante agua. A su vez, no olvides que debes utilizar cepillos proximales para eliminar los residuos que se quedan entre los dientes.
En caso de que tu lengua continúe sin el color rojo que la caracteriza, o el mal aliento sea habitual, consulta a tu dentista para solucionar estos problemas, el asesoramiento y consejo de un especialista es fundamental para conseguir buenos resultados y una sonrisa sana y reluciente.