La endodoncia es el tratamiento de los conductos del diente. En el interior del diente se encuentra la pulpa dental, el paquete vasculonervioso, responsable de que sintamos frio o calor en esa pieza. Este tejido se puede ver afectado por una caries muy extensa o un traumatismo, siendo su lesión irreversible. En estos casos es necesario realizar un tratamiento que elimine el tejido enfermo.
La endodoncia se realiza bajo anestesia local y consiste en la extirpación de la pulpa dental y la desinfección de los conductos. Una vez se ha conseguido, el espacio se cierra con un material termoplástico llamado gutapercha.
¿Existe un tratamiento alternativo a la endodoncia?
La alternativa es la extracción dental y la colocación de un implante. Siempre que se puede endodonciar un diente con un pronóstico favorable, éste deberá ser el tratamiento de elección.
Un diente endodonciado puede estar perfectamente en boca sano y sin producir ningún problema durante toda la vida si se mantiene un correcto cuidado.
En muchas ocasiones, la destrucción del diente producida por la caries, así como el tejido que se retira para poder realizar el tratamiento, hace que el diente quede debilitado, por lo que se recomienda la colocación de una incrustación o de una corona para restaurarlo y protegerlo.